En el Iniciador Burgos de Febrero conoceremos las experiencias de Toñin Llorente. El ex-jugador de Real Madrid de Baloncesto entre otros nos explicará como consiguió encontrar un nuevo objetivo tras su retirada y cómo hacer frente a la adversidad y sobreponerse a ella para lograr ese objetivo.
Sobre el ponente:
Toñín Llorente (1963) es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Después de ser internacional júnior, fue jugador de baloncesto profesional durante veinte años y finalizó su carrera en el Real Madrid. Tiene gran experiencia en la organización, planificación, coordinación y dirección de actividades deportivas, así como una amplia trayectoria en el ámbito del trabajo en equipo. En la actualidad es Socio Director de Gold Events & Sports, empresa especializada en el diseño, organización y ejecución de actividades formativas. A su vez colabora como analista y comentarista en diferentes medios de comunicación, y es el promotor de Experience Endesa. Durante la campaña 2011 – 2012 formó parte del staff técnico del A.S Roma junto a Luis Enrique Martínez.
Toñín fue jugador de baloncesto profesional desde el año 1982 hasta el 2002, año en el que militando en el Real Madrid decidió dar por finalizado su periplo como jugador. Gran aficionado al deporte en todas sus modalidades, siguió practicándolo después de su retirada, si bien es cierto que cada vez con menos motivación al no tener un objetivo claro que aglutinase sus horas de ejercicio físico.
Un día su amigo Luis Enrique Martínez, actual entrenador del F.C. Barcelona y ex-futbolista del Sporting de Gijón, R. Madrid, F.C. Barcelona y de la Selección Española, le propuso acompañarle a participar en la 23 edición del Maratón de Sables, carrera que transcurre en su totalidad por el desierto del Sáhara, y que está considerada la carrera por etapas más dura del mundo, al tener que recorrer 245 kilómetros en 7 días en régimen de autosuficiencia alimentaria. Cada corredor debe llevar consigo todo lo necesario para subsistir durante esos días, contando únicamente con la ayuda de 9 litros de agua de media por jornada, y una jaima para pasar las noches por parte de la organización.
En su ponencia Toñín explica cómo, en las horas previas al gran examen de la carrera gestionó aquella adversidad, y cómo lo hizo su compañero Luis Enrique. Unas imágenes ilustran las palabras de Toñín, de como se vivieron las horas previas al día en que de verdad, se iban a poner a prueba las piernas, el corazón y mente de los participantes.
Es la historia de un sueño que cuando se hizo realidad, superó en Toñín todas las expectativas, y que le permitió comprobar en primera persona que sólo los que se atreven a llegar lejos son capaces de averiguar lo lejos que pueden llegar.
